La Hermandad de Confalón ya tiene la Medalla de Honor de la ciudad.

Emotivo acto el celebrado hoy en la Parroquia Mayor de Santa Cruz, en el que se ha impuesto la Medalla de honor a la Hermandad del Santísimo Cristo de Confalón.. El Arzobispo de Sevilla, Monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha sido el encargado de oficial la Santa Misa que se ha celebrado de manera previa al acto oficial en el que el arcipreste de Écija, Ángel del Marco, ha impuesto la medalla en el sudario del Santísimo Cristo de Confalón, titular de la hermandad, que se ha trasladado con motivo de esta conmemoración hasta la sede canónica de la patrona de Écija, la Virgen del Valle.

Durante el acto, ha intervenido la primera teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Écija, Rosa Pardal, que ha leído el acta de la sesión plenaria en la que se aprobaba la concesión de la medalla de honor de la ciudad de Écija a la Hermandad con motivo del 450 aniversario de la primera publicación de las reglas de la misma.

Después, el Hermano Mayor, Francisco José González de la Rosa, ha comenzado su discurso con un “Gracias, gracias de corazón”, que ha hecho extensivo a toda la ciudad, a los hermanos, a las distintas hermandades y cofradías ecijanas, al Ayuntamiento y, en general, a todos los que han hecho posible que la tradición centenaria de la hermandad siga viva en este siglo XXI, con un especial recuerdo para Juan José Ojeda, anterior Hermano Mayor, fallecido y muy recordado por los confaloneros.

Seguidamente, el Alcalde de Écija ha querido tener un especial recuerdo para la labor ingente que llevan a cabo todas las hermandades y cofradías de la ciudad, hoy representadas por la Hermandad de Confalón, que forma, junto con su barrio y el Convento de la Victoria “un triángulo perfecto de lo que debe significar la fe y la devoción como acto de aportación a la ciudad” y ha recordado que son muy pocas las ocasiones en las que se ha concedido “el máximo reconocimiento que otorga la ciudad como premio al os méritos extraordinarios de una persona o entidad”, que es esta medalla de honor, un hecho que queda ya para la historia de la ciudad.

La cita ha terminado con los tradicionales “vivas” que acompañan al santísimo titular de la hermandad en cada salida procesional.